Los caminos de la PRL

Siempre comentamos que el Cuerpo de Subinspectores Laborales de Seguridad y Salud está compuesto por un porcentaje significativo de personas que tuvieron experiencias previas en la empresa privada, habitualmente en trabajos relacionados con la PRL. Este es el caso de Ángela, que ha luchado como una jabata hasta lograr este año su ansiada y merecida plaza en la ITSS.

Tiene la generosidad de compartir con nosotros sus impresiones y brindar algún consejo a aquellos que estén opositando o estén pensando en empezar a opositar.

Además, al final nos hace una propuesta para que le demos forma de clase específica a los consejos que habitualmente hacemos como preparadores para el control y la resistencia emocional ante tanto estresor. Así que, “oído cocina”. En septiembre vamos a impartir una tutoría monográfica sobre aspectos psicosociales del estudio de una oposición porque nos gusta estar atentos a las opiniones y propuestas de nuestros alumnos porque este camino lo recorremos juntos.

  • Cuéntanos sobre tí, ¿Por qué te animaste a opositar?

En un principio, yo empecé a opositar por buscar una estabilidad y unas condiciones laborales que en la empresa privada no tenía después de sufrir varias experiencias laborales no agradables y en las cuales en varias ocasiones mi contrato de trabajo había cesado no por mi valía sino por otras circunstancias ajenas a mi y en las que pesaban más los “enchufismos” que todo lo demás.

Por todo ello, hace unos cinco años empecé a opositar para administrativo o auxiliar administrativo en entidades locales o autonómicas, aunque sabía que en el futuro no me veía siendo la típica funcionaria delante de un mostrador o un ordenador toda la jornada. Desde siempre me había interesado la prevención de riesgos laborales, de la cual había estado trabajando. Conocía la existencia de esta oposición de la ITSS y a menudo me cruzaba con diligencias de Subinspectores Laborales de Seguridad y Salud en las empresas y los miraba con cariño pensando que por qué no podía ser yo la que dejará esas diligencias.

Así que me decidí y cambie el rumbo de mis oposiciones sabiendo todo lo que implicaba volver a empezar de cero. Ahora sé que tomé la decisión acertada, a veces da miedo lanzarse a por los sueños, pero si no lo haces siempre te quedará la duda y ese es el camino fácil, los objetivos hay que lucharlos para que realmente se cumplan.

  • ¿Cuánto tiempo dedicaste entre que empezaste y el aprobado final? ¿Cómo viviste el proceso?

Empecé hace unos 5 años con unas oposiciones generales de administrativo y con estas hará 3 años y medio. Al principio, estuve con otra academia en la cual no me sentía cómoda, los temas nada preparados eran las leyes tal cual, así que era fácil perder la ilusión. Sobre todo, lo que más me faltaba era una buena planificación para no perder el enfoque. Estuve como un año con ellos no llegando a presentar a ningún examen.

En cuanto empecé la preparación aquí, todo empezó a cambiar y en la convocatoria del 23 (el año pasado), caí en el segundo examen a falta de unas décimas. Esto me sirvió para conocer el proceso, lo que se siente al ir a los exámenes y, sobre todo, para medirme y saber que en la siguiente no iba a caer porque esto era lo que realmente quería.

Este año fui con todas las fuerzas a por la plaza aunque ha sido uno de mis peores años por circunstancias familiares, las cuales me han quitado muchas horas de estudio. Eso sí, aunque sacara sólo media hora de estudio, ést era super aprovechada, por eso es importante saber que aunque se tengan pocas horas disponibles, lo importante es la calidad de ese tiempo y una buena planificación para sacar el máximo rendimiento.

  • Sobre el contenido de la oposición, ¿tienes un tema preferido? ¿Un tema que no te gustaba? ¿Uno que te costó al principio y te acabó gustando?

Sobre el temario: qué decir. Al principio 96 temas dan pánico, pero según se va avanzando se le va cogiendo cariño. Por supuesto que hay temas a los que les coges manía y otros, supongo que por afinidad o conocimiento previo, resultan más fáciles. Para mí, los temas de construcción me resultaban muy amigables, pero se me atragantaban los de agentes químicos, cancerígenos y biológicos (para mí, el trío calavera). Puede ser que sean a los que más vueltas les di hasta que a día de hoy les tengo cierto cariño.

  • ¿Cómo te sentiste al ver el aprobado? ¿Qué balance haces de todo el proceso? ¿Mereció la pena?

La verdad que todavía no me lo creo del todo. De momento sigo con mi vida normal, pero sin estudiar. Al principio se me hacía rarísimo poder tener una tarde para estar con la familia y con los amigos, pero a lo bueno nos acostumbramos enseguida y ahora ya estoy olvidando lo que era pasarme tardes enteras sentadas en la habitación.

El balance que hago es que el camino ha sido duro, muy duro. Dejar de hacer un montón de planes por algo que no sabes si al final se conseguirá. Pero pueden más las ganas de conseguirlo y, sobre todo, saber que si se lucha se puede lograr.

Por supuesto que ha merecido la pena y ahora empiezo una nueva vida con la satisfacción de saber que esto lo he conseguido por mi esfuerzo y tesón. La verdad que ahora mismo tengo mucha más confianza en mí que nunca, porque lo he luchado, he podido con mi “radiomente” que en muchas ocasiones nos juega muy malas pasadas.

Ahora estoy empezando un verano en el cual no tengo que llevarme una maleta de apuntes de vacaciones y que voy a disfrutar como aquel en el que acabas el instituto y la “PAU” (o como se llame ahora).

  •  ¿Qué consejos darías a alguien que esté pensando empezar?

Lo primero, hay que tener claro que esta oposición es dura y que hay que poner todo el esfuerzo y trabajo posible, que si se tienen los objetivos claros, sacarla es posible. No hace falta disponer de millones de horas de estudio, pero hay que tener claro que esas horas hay que aprovecharlas al máximo.

Yo tenía claro que mis horas eran escasas y que tenia que sacar minutos de donde fuera. Por eso desde un principio tuve claro que necesitaba ayuda y, como ya comenté, no todas las academias ofrecen lo mismo. Para mí, encontrar a Nélida, Bea, Mayte y Rubén y su método de preparación fue la mano que necesitaba para llegar al objetivo. Es importantísimo tener una planificación personalizada, clara y adecuada a las necesidades de cada uno. El temario es claro y conciso, nada de paja para rellenar hojas y hojas que no ayudan al estudio ni a aprobar los exámenes.

Los simulacros son fundamentales, sin ellos, aprobar es imposible. Cuesta horrores sentarse delante de un papel en blanco y sudar a chorros para sacar de esa cabecita todo lo que has estudiado, pero es básico para medir como llevas los temas y sobre todo pasar por esas sensaciones que se sufren en los exámenes. No hay que tenerles miedo porque es lo que más te ayuda en la preparación.

Por último, decir que el factor psicológico es vital. Se pasa por muchas fases emocionales, pero que son normales y para ello los consejos de los preparadores son oro puro. Creo que deberían de sacar un módulo en la plataforma acerca de esto.

Deja un comentario